lunes, febrero 09, 2009

Alice....---------------Carlos Echeverry Ramírez


                                           ©2009-2013 Carlos Echeverry Ramírez 

Autor en Frankfurt Alemania año1985

                          ©Catonet y Charrúa Editores y Comunicaciones Grupo





 Alice

Al regresar de argentina a finales del mes de mayo del año 2008 empezaron a suceder hechos que eran desconocidos para todos los residentes en el edificio donde vivo.

Primero fueron los llantos esporádicos y con frecuencia no determinada de una mujer al amanecer.
Llantos imparables que en estos momentos pienso ¿si yo era el único que los escuchaba? o si los otros vecinos también.

Ese llanto me aterraba. y no me dejaba dormir y cuando lograba conciliar el sueño del llanto de la mujer en las noches, en otros días y horas diferentes del amanecer eran otros los llantos de un bebe, que más me hacían sentir la fragilidad del ser humano y de la soledad de las personas o de la impotencia ante ciertas circunstancias.

Y lo peor para mi en esas noches y amaneceres y, en esos momentos y lo más angustíante de todo, era la imposibilidad de poder ubicar, de donde venían, o provenían los llantos para poder ir y tratar de calmar ese dolor o ese sufrimiento.

Asi continuaron los meses y los llantos se fueron distanciando en la medida del tiempo.

Sin embargo una noche cerca de las 10 escuché en la puerta de mi vecino del frente unos golpes muy violentos que me hicieron pensar que la noche traía algo inesperado y no conocido en el edificio donde vivo. ¿carajo que esta pasando? recuerdo que me pregunte asustado.

Y sin temor alguno abrí la puerta y encontré una mujer cercana a los cuarenta años.

Extremadamente bella, cabello negro tirando a rojizo, muy delgada, ---quizás demasiado-- con unos ojos azules y una característica ya conocida y muy definida en ellos. Y en ese tipo de mirada por mi en otros ojos que conocí en otro ser humano y en meses ya lejanos de mi vida..Es decir una mirada fría sin expresión alguna en ella.

Al abrir mi puerta y encontrarla en le corredor frente a la puerta del vecino desconocido la miré cauto sorprendiéndome su belleza y  su rara mirada.

Ella me observó breves segundos con mirada inexpresiva…ojos vidriosos y sin expresión alguna. No cruce palabra con ella. La miré y me entré de nuevo al apartamento.

La extraña mujer suspendió los fuertes golpes a la puerta con sus pies…

Ya dentro de mi apartamento y después de los hechos narrados, puse la música del “todas las mañanas del mundo” del film de Cirano de Bergerac (Gerard Depardue) traté de dormir –no pude-- y al cabo de unas dos horas sorprendido de la violencia de esta chica hacia la puerta, medité unos momentos sobre su acto irracional y decidí volver a mirar al exterior de mi apartamento y la puerta del vecino para saber ¿que había pasado con la mujer y en la puerta del vecino que solo vi unas dos veces?.---ya que solo unos meses antes se había cambiado a este lugar--.

Mi susto y sorpresa fue mayúscula al encontrar en el piso del corredor a la mujer durmiendo allí y usando como almohada su pequeño morral y sus pertenencias a pesar de las bajas temperaturas de la noche..

No supe que hacer.

Sin conocerla y habiendo escuchado la violencia sobre la puerta del apartamento y para evitar problemas volví a entrar en mi lugar.

Recuerdo que me fue casi imposible de dormir esa noche pensando en la mujer durmiendo en ese piso frió y sin una manta ni nada.

Me preguntaba esa noche si el chico ¿quizás no estaba? o ¿que problema existiría para que no abriera la puerta a esa chica? y otra cantidad de cosas se me vinieron a la mente en esos momentos y en esas me pasé la noche.

A la mañana siguiente cuando salí para la biblioteca de la universidad a una conferencia que tenía que dictar sobre algunos temas de mi primer libro titulado “el último viaje”, La mujer ya no estaba acostada en el helado piso y corredor del edificio.

.Y caminando al metro me hice varias preguntas. ¿Qué habrá pasado con ella? ¿Entró al apartamento? ¿Se fue? ¿Se perdonarían sus errores de meses pasados? Y así en esas preguntas que me hice me fui yendo a la conferencia.

Los meses fueron pasando y la vida continuó con sus rutinas habituales y era siempre la misma historia cada dos o tres semanas…los llantos de la mujer al anochecer y los llantos del bebe al amanecer y las respectivas visitas de la mujer de ojos azules y extremadamente delgada con patadas y puños a la puerta y poder entrar en el apartamento del vecino desconocido…

Nunca más volví a mirar o abrir la puerta para observar la mujer violenta…pero una mañana y como cosa no extraña, me llegó de la argentina un regalo, --un sobre grande-- por el correo.

Lo reconocí de inmediato y me reí recordando momentos felices y recordé todo lo vivido en tiempos pasados y felices en la tierra de Gardel y del verso y el Chamuyo. Allá en el  Litoral Santafesino y con la inolvidable última noche en Buenos Aires.

Cerré la casilla del correo y subí al apartamento y observando detenidamente el regalo tan inesperado y lindo….alguien tocó la puerta de mi apartamento…precisamente ese dia en que me llegó el regalo tan lindo de argentina.

Abrí la puerta de mi apartamento y era la Policía.

Muy amables y profesionales como siempre son en Canadá..

Salude al agente y escuché su pregunta.

¿Escuchó algo raro anoche en el corredor? Aquí donde su vecino al frente. Preguntó.

Mientras me señalaba la puerta diagonal a la mía…

Yo le respondí : Si anoche al llegar a las 23 horas aproximadamente estaba una mujer durmiendo frente a la puerta de ese apartamento y como era ya habitual algunas noches los últimos meses por parte de ella..

Esa era una mujer muy bella que siempre que venía agarraba la puerta a patadas y golpes y luego a veces entraba y otras veces no y dormía en el corredor.

Nunca cruce palabra alguna desde mi regreso hace unos meses de argentina le dije..

Fue todo lo que hablé.

¿No escucho nada raro?

Si cerca de las dos de la mañana escuche a lo lejos que una pareja discutía en forma muy agresiva pero no puedo ubicar de que apartamento eran los gritos ni la discusión o sobre que discutían..

¿Por qué? ¿Que pasó? Pregunté asustado.

La mujer amaneció muerta hoy en la mañana dentro del apartamento de su vecino..

Fue la respuesta del agente.

Me quedé frío …

Puse el regalo tan lindo que me había llegado esa misma mañana y me puse a pensar en la fragilidad de todo.

Al pasar los días se conocierón las causas de su muerte por los medicos forenses.

La mujer había muerto por: Sobredosis de Heroína..

Y como cosa extraña en el corredor esa mañana del levantamiento del cadáver quedó al exterior una silla y hoy me pregunto ¿si en ella se sentaba a tomar café esa bella mujer?,si se sentó en ella a reír, a pensar y si:

¿Ella también escuchó las muchas veces el llanto de aquella mujer y de ese Bebe que tantas noches yo escuché?

En Toronto febrero 10 del 2009

©20019-2013 Carlos Echeverry Ramírez (Colombia)

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